Establezca un Tiempo Devocional. Usted necesita crecer en su nueva fe en Cristo, y para hacerlo es importante que
establezca un tiempo devocional. Por "tiempo devocional" quiero decir un tiempo de encontrarse a solas
con Dios y Su Palabra. En el ajetreo y prisa de la vida moderna algunas veces hallamos fácil vivir nuestras vidas
sin mayor relación con el Dios que nos salva, o sin mayor interés por Su Palabra. La Biblia es la revelación de la
mente de Dios para usted. Es lo que él quiere que sepa y haga. No solo que Dios dio a Su Hijo, el Verbo viviente, para salvarlo,
sino que dio Su Libro, la Palabra escrita, para guiarlo. Muchas personas tienen su propia Biblia pero nunca la leen.
Para la mayoría de personas es un libro anticuado, bueno para sus abuelos pero no para ellos. Alguien ha dicho que si todo
el mundo sacudiera simultáneamente el polvo de las Biblias que no usan, nos asfixiaría una tormenta de polvo. Por
supuesto, algunas secciones de la Biblia son difíciles de entender, y algunas no son tan emocionantes como otras. Juan
Bunyan, el autor de El Progreso del Peregrino, dijo algo como esto: "Algunas veces he visto en una sola línea de la Biblia
más de lo que he podido entender; y sin embargo otras veces la Biblia entera me ha resultado más seca que la leña."
Sin embargo, toda sección de la palabra de Dios tiene algo que decirnos, y esto hace que todo pasaje sea muy importante.
-------------------------------------------------------------------------------- "Nunca deje un
pasaje de las Escrituras antes que le haya dicho algo a usted." - Roberto A. Cook --------------------------------------------------------------------------------
¿Cuándo debe tener su tiempo de quietud con Dios? Es importante leer la Biblia tan a menudo como le sea posible;
pero yo he hallado provechoso tener un tiempo específico cada día, cuando me aíslo de todo mundo, excepto de Dios. Para
mí ese tiempo específico es temprano en la mañana. Mi mente está menos atiborrada entonces, y mi día es menos complicado.
Además, Dios merece lo mejor de mí, y la mejor parte de mi día es la primera parte. "Dios, Dios mío eres tú; De madrugada
te buscaré" (Salmo 63:1). Tal vez para usted otra hora del día se ajusta mejor a su estilo de vida. Esto está
bien. Pero asegúrese de establecer un tiempo fijo, y aférrese a ese horario. ¿Qué debe hacer durante su tiempo devocional?
Lo que sigue es mi plan en seis pasos. Me ayuda a que mis momentos con Dios y Su Palabra sean más significativos. 1
Empiece con oración. Pídale a Dios que le prepare para encontrarse con él. Si hay algo en su vida que usted sabe que
le desagrada a él, confiéselo. Déjele que él le perdone, de modo que nada estorbe su comunión mutua.
2 Lea una porción específica de la Biblia: tal vez un capítulo o dos. Si no está familiarizado con la
Biblia tal vez quiera empezar con el Nuevo Testamento. Muchos opinan que el evangelio de Juan es un buen libro para empezar.
A mí también me encanta leer uno o dos salmos cada día. 3 Después de haber
leído el pasaje medite en él por unos minutos. Piense en lo que ha leído, y pregúntese que significa. ¿Que es lo que Dios
quiere que usted haga? Recuerde, aun cuando tal vez no comprenda todo lo que lee en la Biblia, todavía puede obedecer lo que
sí entiende. 4 Anote algunas preguntas respecto al pasaje que acaba de leer.
Yo siempre tengo lápiz y papel a mi alcance cuando leo mi Biblia. Anoto las cosas que he aprendido en la porción leída, y
también lo que no entiendo. Más tarde puedo hallar las respuestas a mis preguntas, haciéndoselas a alguien que sabe respecto
al tema, o buscando la explicación en un comentario bíblico o en algún otro material de referencia bíblica.
5 Luego lea de nuevo el pasaje. Leerlo por segunda vez traerá a la luz cosas que no se notaron
la primera vez. Esta es una excelente manera de aprender por sí solo; porque al leer la Biblia usted tiene al Espíritu de
Dios como Maestro (Juan 14:26). 6 Finalmente, ore de nuevo. Agradézcale a
Dios por haber enviado a Su Hijo para morir por usted. Agradézcale por darle Su Palabra, la Biblia, porque sin ella usted
no tendría las respuestas a los grandes interrogantes de la vida. Agradézcale por las enseñanzas que le dio a través del pasaje
que acaba de leer. Una cosa más. Muchos nuevos creyentes empiezan con mucho entusiasmo a observar su tiempo
devocional cada día. Pero muy pronto se dejan sobrecargar de actividades y otras responsabilidades apremiantes, y de alguna
manera Dios es puesto a un lado. Perseverancia es la clave. La persona que meramente mordisquea bocados de prueba
en la Palabra de Dios nunca desarrolla el gusto por ella. Usted debe retornar diariamente a la mesa del banquete de Dios,
así como acude diariamente a la mesa para comer su alimento físico. Una vez que empiece, ¡no lo deje! Acuda regularmente
a su Biblia. ábrala con oración, léala con expectación, confíe en ella implícitamente y vívala constantemente. ¡Es la verdad!
La Biblia que está cayéndose en pedazos pertenece a alguien que no lo está. Dé este tercer paso del nuevo creyente: establezca
un tiempo devocional.
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